lunes, 23 de septiembre de 2013

Clarabides y Gías

 21-septiembre-2013
Feliz en la bajada con el Seil Dera Baquo a las espaldas
Belén y yo podíamos salir el viernes al mediodía, así que a las 4 y media ya estábamos camino del refugio de Estós. Hacia mucho tiempo que no recorríamos el valle y nos sorprendió gratamente que le hayan dado peso a las Gorgas Galantes, habilitando dos miradores a los que se accede por una senda tras desviarse apenas unos minutos más, y que va paralelamente a la pista que luego retoma casi llegando al llano de la cantada Cabaña del Turmo. A partir de aquí el camino se convierte en senda y en apenas 45´ se llega al refugio.


La cena, a 13.50 € para federados, consistía en: Tazón de caldo transparente e insípido- Judías blancas sabrosas pero carentes del acertado punto de cocción, o sea, duras (y nos lo pareció así a los 8 que compartíamos mesa). Dos muslos de pollo sin ningún tipo de guarnición. Tarrina de lácteo con sabor a macedonia de frutas. Pan y agua. Para mi gusto muy flojo aunque a Belén le pareció correcto teniendo en cuenta que es un refugio de alta montaña y comparando con lo visto en la semana de travesía circular que hizo a finales de agosto. Dejando de lado mi parecer sobre lo cenado, no entiendo que para 15 personas que estábamos en un comedor con capacidad para ± 70, tenga que compartir mesa con desconocidos, lo cual condiciona una cena y donde se termina criticando la cocina. Tema recurrente como no pudo ser de otra manera. Estando las mesas vacías, ¿no es más lógico juntar a la gente por "cordadas"?. Yo subo a un refugio porque me da pernocta en montaña pero también para compartir velada con mis compañeros de ascensión, y la cena es uno de los mejores momentos. Tengo entendido que lo obtenido por las pernoctas se lo queda la federación, en este caso la FAM, pero los servicios de comedor y consumiciones van para los guardas. Si estoy en una mesa con compañeros, será fácil que paguemos por una botella de vino,  y si nos encontramos a gusto, vengan después el café y los licores. No entiendo que por no querer abrir más zonas del comedor, se renuncie a unos apetecibles ingresos. Parece que el objetivo por parte del guarda es dar de cenar en el menor tiempo posible y que no se desordene en exceso el comedor. Al final llegas a la conclusión de que la próxima vez que suba, me pensaré mucho contratar la cena y optaré por subírmela a pesar de las dos horas de porteo. De este modo cenaré algo más tarde, invertiré el tiempo que mis compañeros y yo consideremos necesario (respetando los horarios del refugio) y sobre todo, compartiremos mesa, lo cual nos permitirá disfrutar de una buena velada hablando de nuestras cosas.
Abajo Estos y detrás Batisielles
El Seil Dera Baquo presente en casi toda la ascensión
Pero aquí no hemos venido solo a comer, sino a hacer montaña, por lo que sobre las 7:30, tras haber tomado un completo desayuno con cacao, tostadas, mantequilla, mermelada y variada bollería; al poco de presenciar amanecer comenzamos la ascensión cogiendo el sendero que pasa por detrás de los baños, hasta la toma de agua del refugio, para remontar de manera firme el barranco.
Saliente sur del Gías
Ibón superior con el Audoubert y los Baquos.
El mismo ibón pero mirando al Gourgs Blanc y Arlaud
El camino no es del todo cómodo y está menos marcado de lo que cabría esperar, pero se va llevando siguiendo los mojones. Dejamos a nuestra izquierda el ibón inferior y llegar al más elegante ibón superior, en la base de la muralla del Gourgs Blancs. Un zagal Leridano que nos precedía con el que compartimos objetivos y que conocimos en el refugio (el único que en todo el día hemos visto subir) nos dice que prefiere tratar de subir también el Gourgs Blancs y nos deja toda la montaña para nosotros. Empieza el terreno incómodo de verdad, saltando de bloque en bloque en busca del Puerto de Gías, pero antes pasaremos por terreno de antigua morrena de glaciar.
El sol reflejado en el ibón superior
 Pico Gías y su brecha. Por aquí realizaremos la vuelta hasta el Ibón.
Llegando al Collado de Gías por terreno de morrena
En el Collado con el Clarabides Oriental. A la izquierda el Gías.
Perspectiva hacía lo recorrido
Llegando al primer Clarabides con el Gourgs Blancs de fondo
Del Collado hasta el primer Clarabide (Oriental 3012) distan 15´por fácil sendero en la vertiente española. Bajamos un poco para subir al más alto, el Clarabide central con 3020mts. Aún nos animamos y recorremos la corta arista que nos separa del Occidental (3008mts).
Volvemos un poco sobre nuestros pasos y nos dirijimos hasta la brecha de Gías donde dejaremos las mochilas. Subimos por una canal donde hay que poner las manos y recorremos una corta arista que nos dejará en la cumbre del Gías (3011mts). Cuatro tresmiles en una jornada. Ahora nos queda descender los casi 1800mts hasta el coche. Volvemos a por nuestras mochilas al cuello de Gías y desde allí mismo bajamos por graveras primeros y bloques después, en busca de Ibón superior para por camino ya conocido seguir el descenso.
Ya en el Clarabides Oriental tenemos su ibón (en sombra) y el valle de Pouchergues
Foto cimera en el Central de los Clarabides
Cresta entre el central y el Occidental. A la derecha el Gías nos espera.
Cima del Occidental
Volviendo por la cresta.
Bajamos a la brecha de Gías.
Canal de subida
Superada la canal salimos a una arista...
...que se disfruta de verdad
Cima del Gías con los Clarabides detrás.
Bajando la arista con la Posets al fondo

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