jueves, 17 de agosto de 2017

Gran Encantat

31 de Julio de 2017
Para empezar, qué mejor que ir de cabeza al más complicado y emblemático de los picos de la zona. Las previsiones de tiempo son buenas y a saber lo que puede venir en el futuro, que nos lo impida...
Belén tras dejar abajo el Coll dels Encantats
Hora de salida del camping, 7 de la mañana. Sabiendo eso, que cada cual se ponga el despertador a la hora que estime oportuna. Montamos en el coche y vamos hasta el Prat de Peirró, parking, garita de información y comienzo del Parque Nacional (lo de nacional de España, a día que se escribe esta entrada). Nada más salir, recorremos por pasarela de madera el camino adaptado. En 15´ cruzaremos el río y saldremos al camino de la GR11 que sube de Espot. Aquí ya empezamos a ver la mole pétrea de Els Encantats. Fran y Belén me han cogido ventaja y es que yo he decidido tomarme el comienzo de manera muy tranquila, disfrutando del camino entre impresionantes pinos negros y abetos, parando de vez en cuando a leer los paneles que me encuentro. En 45´ llegamos hasta la ermita de Sant Maurici donde aprovecharemos para coger agua fresca. Proseguimos por la pista y en 15´ más estamos en el refugio de Ernest Mallafré. Al joven Mallafré, le sorprendió un alud en 1946, cuando bajaba del Monestero. Tan solo tenía 24 años. Para entonces era una realidad de la historia del pirineismo y de la escalada, pues fue el primer español en hacer la cara norte del Monte Perdido y el primero que subió al mallo Firé en Riglos. A buen seguro que era un enamorado de Aragón y de sus montañas.
Frente a la entrada del refugio, parte una senda que baja unos metros para cruzar el río Monestero. Remontaremos su barranco por un precioso bosque y la senda nos desviará hacia la izquierda para colgarnos en la Valleta Seca. Me acuerdo que hace muchos años, yendo de travesía por esta zona y cuando íbamos muy apurados de agua, entendimos porqué este pequeño valle colgado se llamaba así. Verde, tiene verde, pero agua... ni gota.
Llegados a la cota 2300 mts (2h 30´ desde la salida) entramos en la canal. Aquí conviene ponerse ya el casco. Al principio, es una canal ancha y se va estrechando hasta un bloque de piedra empotrado que superaremos por su izquierda. A partir de aquí, la canal se estrecha todavía más y la inclinación aumenta, de manera que tendremos que ayudarnos de las manos en algunos tramos para así llegar al Coll dels Encantats (3h 15´).
El precioso camino que sube hasta Sant Maurici
Entrando en el Valle de Monestero.
Canal pedregosa que sube al Coll dels Encantats.
En la parte final, cogeremos el canuto a nuestra izquierda.
Superando el canuto y llegando al Coll.
En el collado, donde las vistas ya son espectaculares, contemplamos a nuestra izquierda lo que nos espera. Una senda desciende ligeramente hacia la derecha y rodea un espolón rocoso que nosotros tuvimos que trepar pues, por equivocación, en la bifurcación cogimos la senda de la izquierda, que es ascendente. La senda que por momentos se pierde, va ganado altura a la izquierda de la brecha entre repisas de hierba y piedra. Con cuidado para no tirar piedras, seguimos subiendo ayudándonos de las manos y en diagonal hacia nuestra derecha, alcanzar la brecha. Aquí ya vamos a tope de emociones porque lo andado y lo que se ve al otro lado inquieta de verdad. Como de la nada aparece Tony (después nos contará que vive en Barcelona). Al vernos por delante aceleró el paso para alcanzarnos y no hacer la ascensión en solitario. Bien junticos, Fran va el primero, vamos a por lo más "delicado": un tramo de cornisa algo expuesta pero fácil, que a los pocos pasos entra en la base de una canal por donde se trepa (pasos de IIº) con patio debajo. Se hace de manera fácil, siempre y cuando no te impresione lo que hay bajo tus pies... Superado este pasaje, los que vienen a continuación son algo aéreos, con pasos de Iº, que en apenas 10´ desde la brecha, nos alzan a la cumbre del Gran Encantat con 2.748 mts (4 horas con paradas desde el parking).

Caminando desde el Coll a la brecha que vemos enfrente.
Con cuidado buscando los mejores apoyos, donde hierba y roca se suceden.
Vista al Coll. Mejor seguir el trazo rojo (andando, el de nuestra derecha)
 
Llegando a la brecha
Superando el pasaje de IIº
Casi, casi, que podemos poner una sonrisa. Encontramos un punto de rapel para el descenso.
Lo que queda es algo aéreo pero muy fácil.
Tony nos hizo esta foto de cumbre.
Con la bota de vino de mano en mano, disfrutamos en la cima de las vistas que nos regala esta impresionante cumbre. Mientras tanto, Tony va y viene haciéndose fotos aquí y allá con el trípode y una gran cámara que ha sacado de la mochila. Luce orgulloso una estelada. La verdad, no es nada excepcional, sino la tónica generalizada con esto del proceso de autodeterminación en Cataluña. Pasado un rato emprendemos el regreso, por el mismo sitio por el que hemos subido y extremando la precaución para no cometer ningún fallo que nos pueda suponer algún percance. Cuidado con las piedras que parecen bien sujetas pero que se desprenden de la tierra al apoyar nuestros pies o manos, cayendo cientos de metros abajo...
Fran comenzando el descenso.
"mejor, me giro para destrepar"
Llegando a la cornisa y a la izquierda, la brecha. El patio tiene vistas.
Bajando de la brecha. Como Fran iba delante, ahora de bajada solo sale él.
Siempre con cuidado de no tirar nada ni resbalar.
No se han quedado atrás. Me siguen muy de cerca Belén y Tony.
Ya estamos llegando de nuevo al Coll.
Desde el Coll, comenzando la canal pedregosa.
Llegando a la Valleta Seca.
Llegando al refugio de Ernest Mallafré, el camino se vuelve ameno y agradable.

jueves, 27 de julio de 2017

Punta Cochata (Circular)

9 de Julio de 2017
Pasando por el pueblo de Escarrilla, subiendo al Pirineo ¿cuántas veces me habré fijado en esa mole de piedra que hay a la izquierda, pero entro en el túnel y me pongo a pensar en otra cosa? Un montón! Un día di con la ruta que sube a ese peñasco en el blog de David Naval, así que ahora no hay excusa para no hacerla.
Sobre el embalse de Escarra.
El camino parte, al igual que para ir al Saldo, entre el pueblo de Escarrilla y la entrada en el túnel. Primero por pista, pero rápidamente entramos en una senda que nos interna en el bosque. Ha debido de llover la noche anterior porque está todo mojado y nos resbalamos varias veces en las piedras. Tras la senda, cruzamos una valla ganadera para seguir en sentido ascendente por una pista. Hay que estar muy atentos, porque al poco rato, a nuestra izquierda y antes de que la pista empiece a bajar camino del Saldo, parte un sendero que nos encara a la punta Cochata entre pastos, bojes y, en la época en la que fuimos, gladiolos. Llegaremos hasta el mismo collado de Tarmañones, justo cuando la senda entre prados comienza a descender, para girar a la derecha y marchar hacia la Punta Cochata. Primero por la dorsal siguiendo los hitos, para llegar a una zona algo rocosa donde nos ayudaremos de las manos para ascender por una inclinada ladera herbosa. Tras ésto, una corta canal, nos dejará tras 2h de marcha, en la cumbre de la Punta Cochata (1.910 mts). Bonitas vistas sobre el barranco de la Tallata y sobre la presa de Escarra. Enfrente, el Pacino y más al fondo Feníás y los Infiernos. Al sur las Rocosas... ¡No! que es la sierra de la Partacua.
El sendero, entre el bosque, cruza el barranco de Betato.
Muy gris por la zona de Panticosa.
Salimos del bosque.
Cogemos el sendero que encarando la punta Cochata nos lleva al collado de Tarmañones.
En nada, asi estamos en el collado de Tarmañones. Punta Cochata nos intimida con su presencia.
Por la dorsal, dejando el collado abajo. Al Sur la sierra de la Partacua.
Una pequeña trepada para enlazar...
...con inclinada ladera herbosa. Ya sólo nos queda una pequeña canal a la izquierda que nos dejará en la cumbre.
Me voy a permitir salir en alguna foto con esta pose de conquistador. Gracias Berta!
Presenciando una asistencia en el Pacino del helicóptero de la Guardia Civil.
Se está muy a gusto en la cumbre y parece que no va a llover, pero tenemos que empezar a bajar. Lo haremos por el mismo sitio hasta el collado y seguiremos la marcha donde la dejamos, para bajar al embalse de Escarra. Un grupo bastante numeroso de adolescentes, están dando la vuelta a Punta Cochata, guiados por un monitor. Ahora se están bañando en el embalse, pero no sé muy bien si hace día de calor para tanto. Cruzamos el embalse y cogemos el sendero que pasa por la base del Pacino. Está todo muy amarillo por los erizones en flor. Seguimos bajando por la margen izquierda del barranco de Escarra, mediante el serpenteante camino de los Forzados, nombrado así en honor a los presos políticos que participaron en la construcción del embalse. Entre el bosque de pinos y hayas llegamos hasta la carretera, ya muy cerca de nuestro punto de partida.
Berta esperándome en la bajada.
Bajando al collado de Tarmañones.
Embalse de Escarra.
Hemos cruzado a la izquierda orográfica del barranco de Escarra.
Dejamos atrás el embalse y la punta Cochata.
Los erizones en flor visten de rabioso amarillo las laderas del Pacino y del Bco. Escarra.
Ni flower de como se llaman estas flores.
Si estamos atentos y con mucho cuidado, podemos ver en una de las revueltas el Saldo.
Serpenteando el camino de los Forzados.

jueves, 20 de julio de 2017

Picos Marcadau Norte y Marcadau Sur

24 de Junio de 2017
Primer día (si no me engañaron) de la temporada para Berta y Ramiro, demostrando que la transición de la nieve a roca es algo traumático, pero que unas pocas horas se supera.
El fotogénico llano antes de vuelta a Bachimaña.
En septiembre de hace dos años ya tuve una tentativa, con Belén como acompañante, de hacer esta no difícil cresta que une el Marcadau Norte con el Marcadau Sur. Pero el abundante caudal soltado desde Pezicos nos hizo desistir a la hora de cruzar el río, aunque como consolación, se subió al pico de los Ibones.
Aun habiendo madrugado, el Balneario se encuentra a tope de coches debido a un bodorrio celebrado en las partes nobles de éste. Por la nubosidad solapada a las montañas, la jornada no pinta demasiado bien y, según avance el día, podría desencadenarse alguna tormenta. Así que yo no empiezo con excesivo entusiasmo. En 1h 15´ hemos remontado el barranco y superado la famosa cuesta del Fraile hasta la pequeña presa de Bachimaña. Apenas paramos por si la tormenta se quiere presentar a una fiesta a la que no está invitada. En media hora hemos recorrido los ibones de Bachimaña y cruzado el desagüe de los Ibones Azules aunque no todos con la misma rapidez, y es que nos empeñamos en inventar pasos fuera de los evidentes que nos marca el camino... Dejada atrás la bifurcación de los Azules vamos subiendo a media ladera dejando abajo el ibón superior de Bachimaña. Superado un muro por el que discurre agua y en el que paramos a rellenar, aunque abunda en todo el recorrido, llegamos a un pequeño llano herboso, generalmente húmedo al recibir el agua de un helero que se encuentra algo más arriba. Pasado este llano, descendemos hacia el barranco para cruzarlo. La última vez que traté de hacerlo, ni Belén ni yo tuvimos el valor suficiente de saltar el "mangazo" de agua. Esta vez la nieve cubre su curso y nos sirve de puente con la otra orilla. Una vez en la margen izquierda vamos ya en busca del puerto de Marcadau (2.541mts) y que alcanzamos tras algunas lazadas. Un cartel nos recuerda que estamos en la frontera con Francia y que si cruzamos se entra en el Parque Nacional de los Pirineos Franceses. No hace calor y el viento, a rachas, sopla con fuerza. Tras una pequeña parada ascendemos de manera fácil dirección Este para coronar la primera cumbre, el Marcadau Norte con 2.676 mts. (4 horas desde el Balneario.)
Encarando la cuesta del Fraile.
En busca del ibón superior de Bachimaña.
Dejamos el desvío a los Infiernos y los Azules.
Dejando abajo Bramatuero y Bachimaña. Que grande el Serrato ¿no?

Ramiro me sacó esta foto con pose muy natural...
Entrando en la cuenca de los Marcadau. Haremos la cresta de izquierda a derecha.
Muy parecida a la anterior. Llegando a puerto de Marcadau. A tiro piedra el Marcadau Norte.
Foto cimera del Marcadau Norte.
 Continuamos hacia el Marcadau Sur. Para ello recorreremos la arista, pero no siempre a plena cresta, sino un poco escorados hacia el lado español, subiendo y bajando levemente buscando los pasos más seguros. Aunque no hay mojones, seguirlo es fácil e intuitivo. A veces es necesario apoyar las manos. Solo hay un paso más delicado, donde hay que destrepar con mayor atención, un poco antes del collado que precede a la última rampa al pico Marcadau Sur. Ramiro ya nos está esperando arriba, demostrando que yendo por debajo de la cresta y andando sobre la pedrera, se ahorra algo de tiempo. Ya en la cumbre, viendo que a pesar de los amagos el día aguantará seco, disfrutamos de las bonitas vistas que tiene este mirador.
Mirando al Marcadau N. Ya llevamos un trecho de cresta.
Nos queda un trozo más.
Berta parece disfrutar. Con cuidado por el viento racheado.
Si la cresta se pone mal, bajamos unos metros hacia el lado español.
Ya superado el trozo peor, queda lo fácil pero habrá que sudarlo.
Abajo el ibón de Pecico. Al fondo, los Infiernos.
Siempre viene bien asegurar con las manos.
Ramiro, Berta y yo.
La bajada la realizaremos de manera más directa por la pedrera. Los bastones y el ir sin prisas, serán nuestras armas en esta fuerte bajada hasta alcanzar la senda del puerto de Marcadau. Link de David Naval.
Bajando con cuidado.
Abriendo el panorama, la cuenca de los Pecicos dominada por la Gran Facha.
Ya en la senda. Esta vez posando con más naturalidad si cabe.😊
Dejamos atrás el Marcadau, que nos ha hecho disfrutar de un buen día.